Aunque lleva varios años metida en el mundo de ciclismo, empezando como fotógrafa, pasando por community manager hasta auxiliar de equipos amateur, no fue hasta 2018 que empezó a disfrutarlo en sus propias piernas.

 

Es el agosto de ese año cuando se compró su primera bicicleta de carretera gran fondo con intención, nada más, de salir a rodar por las carreteras de Aiala y disfrutar de los bonitos (y duros) paisajes que nos rodean. Poco a poco, y después de asistir muchas veces a las carreras "desde la barrera" su instinto de curiosa le animo a probar la competición con el ciclocross (¡bendito instinto). Aunque esa primera carrera no fue la deseada ni mucho menos, la ilusión y las ganas pudieron contra la mala suerte. 

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En la temporada 2019/2020 se convirtió hasta día de hoy en nuestra embajadora Liv. Una chica novata en el mundo del barro y su Brava representando nuestros valores: deportividad, crecimiento, ilusión y pasión por lo que hace.